¿Cómo se manifiestan los ángeles en nuestra vida?

Mucho se ha escrito sobre los ángeles y su forma de manifestarse. Si nos remitimos a todos los escritos que conocemos, de entre ellos podemos citar los de los de la mayoría de las religiones. En todos ellos aparecen referencias a apariciones y comunicaciones con estos seres alados. Es a través de éstas que se han establecido jerarquías y se han dado nombre a los principales ángeles.

También tenemos testimonios de personas que en el transcurso de sus vidas han dado fe de cómo ellos habían visto, oído y sentido a estos seres celestiales.

Así podemos ver que nuestros amigos alados se comunican con el ser humano de muy diversas formas. Hubo un tiempo en que los ángeles solamente se manifestaban o aparecían entonces a las llamadas «puras de alma» pues, en aquellos momentos, el planeta Tierra estaba sumido en una profunda oscuridad en la que era difícil ver brillar la luz.

Por aquel entonces no era fácil para estos seres celestiales llegar al ser humano, ya que éste no estaba preparado para poder sintonizar con la energía angélica. El hombre vivía en la penumbra, con dificultad para comunicarse con los enviados de la luz.

Estaba, pues, rodeado de oscuridad, y ésta estaba al acecho de cualquier movimiento. Pero con la llegada de la nueva era, la luz fue tomando protagonismo y ocupando su lugar en la Tierra. El ser humano despertó y tomó el lugar que le correspondía en el planeta.

Así, con la evolución – el despertar – de su conciencia, se ha hecho más receptivo a la llegada de mensajes por parte de estos seres celestiales, y hoy ya son muchos los que se pueden comunicar con ellos y sentirlos en su día a día.

Los ángeles son unos románticos enamorados del arte del amor, aunque jamás abandonan su papel de guardianes del universo. Ellos se comunican con nosotros y nos traen información de diversas formas. Tenemos que añadir que siempre están entre nosotros, pero es cuando solicitamos su ayuda, su protección o su consejo, cuando muestran su presencia.

Debemos entender que los ángeles no pueden comunicarse con nosotros de manera habitual. El ser humano se comunica a través de la palabra, pero para los ángeles es no es posible, ya que no pueden llamarnos por teléfono ni escribirnos una carta, como haríamos entre nosotros. Ellos se manifiestan mediante su vibración, y de formas muy diversas.

Los ángeles pueden aparecer ante nosotros de manera externa o interna. Utilizan nuestro entorno, las cosas o los seres que nos rodean, nuestra piel o nuestros sentidos, para darse a conocer o transmitir sus mensajes. Una de las formas en que podemos percibirlos es mediante una simple brisa del aire. Un ejemplo: mientras estás sentado o tendido en la cama, llega a ti y, como si de una suave pluma se tratara, te acaricia el pelo, el cuello, la cara…Una brisa suave recorre tu cuerpo si peste se encuentra desnudo. Es diferente a todas las corrientes de aire que has conocido, pues hace pequeños remolinos juguetones que te indican su complicidad. En esos instantes, te llega una sensación de paz y de amor que provocan que tu interior se inunde de alegría.

También se pueden acercar a ti a través de pequeños tirones de pelo o en la ropa, que hacen que tu cabeza se gire y tu mano busque en el aire pensando «¿En dónde me he enganchado?», hasta que te das cuenta de que ellos son, que te están gastando una pequeña broma y te recuerdan que la vida es un juego.

A veces te llegará un penetrante aroma a flores, quizás sea jazmín, pues son una de sus flores favoritas. O puede que te obsequien con tu aroma preferido o algún otro que llame tu atención. Mientras buscas el origen de ese olor, ves que no hay ni flor ni florero allí donde estás, y sin embargo ese aroma crece y crece, rodeándote. Entonces sabrás que hay uno o varios ángeles cerca de ti, recordándote que siguen a tu lado. Otras veces llamarán tu atención apareciendo por todos los lados. De repente, llenarán tu vida con imágenes de ángeles: los verás en revistas, cuadros…Si vas a un restaurante vestirán la mesa con un mantel repleto de ángeles, tu camarero llevará una identificación con su nombre (Sr. Miguel Ángel), y te ofrecerá sopa de cabello de ángel…O quizás ese mismo día te llame alguien preguntando por el Sr. Ángel…Entonces, nuestros amigos alados estarán diciéndote que debes prestarles atención pues hay algo en tu existencia que es importante para ti. En definitiva, y mediante la «sincronicidad» estarán intentando contactar contigo para que prestes atención a tu vida.

La sincronicidad es una de sus formas de expresión favoritas y es a través de ella que nos hacen llegar muchos mensajes, poniendo en nuestro camino cualquier cosa que precisamos para llagar a nuestro destino.

Abrir un portal es uno de los momentos principales en nuestro conocimiento de los ángeles. En ese instante cuando invocamos su magia. Nuestros amigos celestiales llegarán a nosotros y se expresarán de muchas maneras. En esos momentos, cuando hemos abierto nuestro portal y expresado desde su interior nuestra petición a los ángeles, sentimos que la magia envuelve todo el entorno.

Otro ejemplo nos lo ofrecen las velas. Mira tu cera cuando gotea y los pequeños trocitos que se desprenden de las velas. Observa sus formas, pues a los ángeles les encanta hacernos llegar su lenguaje utilizando las velas, dándoles formas muy inusuales; pueden aparecer trocitos de cera en forma de rosas, de lágrimas, de diminutos ángeles, de pequeñas alas…Son un sinfín de símbolos que contienen sutiles mensajes.

Los seres celestiales también pueden comunicarse contigo a través de los muebles, del ordenador…Si alguno se encuentra en la misma habitación que tú, puede que todo lo que te rodea comience a generar pequeños crujidos como si fuera madera vieja al pisarla. O tal vez las luces de tu casa empiecen a emitir unos destellos inusuales, o te invita el aroma de flores que que antes hemos hablado…Será su forma de saludarte y de decirte «¡Estamos aquí!»

Favoritos en estos juegos celestiales son los aparatos eléctricos. Como funcionan con energía, los ángeles los utilizan mágicamente: radios que se encienden y apagan solas, televisores que cambian de canal sin que toques el mando, crujidos, destellos, algún chispazo que otro, cafeteras que emiten pitidos por encima de lo común, teléfonos móviles que se descargan y se cargan misteriosamente, cruces de líneas telefónicas, sonidos extraños mientras mantienes una conversación por teléfono con alguien, luces de farolas que se apagan de repente al pasar o bombillas que se apagan y se encienden más allá de un casual apagón, automóviles que se paran de pronto (sin peligro para nadie), o coches nuevos que no quieren arrancar porque quizás te diriges a un sitio que no te conviene ir…Todas son maneras en las que ellos te seguirán mostrando su incondicional compañía y su magia, moviendo siempre con una amorosa e incondicional complicidad los hilos de tu destino.

En nuestro día a día hay muchas situaciones en las que también un ángel también interviene. pueden ser situaciones de emergencia en las que nuestra vida quizás esté en peligro y, en ese momento, no figure en nuestro destino sufrir ese accidente o tener esa desgracia. Son muchos casos que conocemos en los que la intervención de los ángeles ha salvado vidas.

Y, como no, uno de los elementos más representativos de estos seres son las plumas, aunque éstas son sólo una representación de ellos que vemos siempre en pinturas o esculturas. Ellos utilizan esa asociación para hacernos llegar muchas veces señales de su presencia, así podemos encontrar plumas en los lugares más insospechados: en la mesita de noche, dentro de nuestro bolso, en el suelo de nuestra habitación…O tal vez se puede dar la ocasión en que una pequeña pluma blanca se deslice volando desde el cielo por delante de nuestras narices en un momento en el que hablamos de ángeles, o cuando entramos en un edificio para tener una reunión importante. Ante tal situación nos están diciendo de nuevo: «¡Estamos contigo!«.

También pueden llegar a nosotros en forma de mensajes por terceras personas. Por ejemplo, un día puede ser que estés en el banco de un parque sentado, atrapado en tus pensamientos porque ese día no acaba de fluir como te gustaría, o bien te preocupas por ese problema que no acaba de tener solución…Y, mientras piensas cabizbajo en todo ello y te estás olvidando la importancia del momento presente, se acerca un niño que se detiene ante ti y, mientras te observa, te regala su mejor sonrisa diciéndote sin palabras:

«Mientras te preocupas no te ocupas, amado. Siempre estoy a tu lado».

Después de ese instante, una ola de nueva energía recorre tu espina dorsal y te invade una fuerza interior que te da alas para seguir con más ímpetu que nunca. Has encontrado la solución a tu problema, o quizás el valor para enfrentarte a él gracias a esa mágica sonrisa.

Puede que a ese banco del parque donde estás llegue una pareja de ancianos que inician una conversación. Mientras, tú sigues sumido en tus pensamientos y, lentamente, te vas dando cuenta de que esa conversación está unida a tu situación actual. Entonces, de esa charla entre dos ancianos desconocidos te llega un mensaje que «da» la solución a tus dudas.

Si alguna vez vives o te encuentras con alguna de estás situaciones, si sientes esa brisa fresca o un maravilloso aroma floral te invade de repente, o tal vez ves caer desde el cielo una pluma blanca…En definitiva, si sientes una complicidad con estas líneas, es que tu ángel anda cerca.

FUENTE: Vivir con los Ángeles Editorial Océano-Ambar